LA CIUDAD CUIDADORA
Artículo presentado en b-e-c-o-m-i-n, exposición del pabellón de España de la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2018, comisionada por Atxu Amán. El ser humano tal y como nos conocemos a nosotros mismos, no surgió de un trozo de barro ni de una costilla. Una de las claves que explica nuestro singular desarrollo fue la socialización del cuidado. El aumento del tamaño del cerebro humano respecto al de otras especies, unido al estrechamiento pélvico de las hembras humanas debido al bipedismo, hizo que las crías que sobreviviesen fuesen las que naciesen prematuramente. Por eso la humana es la única cría de la naturaleza que necesita de un periodo de maduración en el exterior del útero materno. Para que no muriesen, fue necesario que las hordas humanas tomase como propia la labor de CUIDADO, creando para ello una esfera de protección en torno a la madre y la cría mientras ésta